Tu visita es la No.

miércoles, 15 de abril de 2015

Mamá en alerta roja



Quisiera escribir más sobre esta pataleta de madre, pero advierto:  "Necesito descanso".

A veces siento que desde que decidí ser madre por segunda vez, después de 22 años, no he tenido un descanso.  Imagino que mi esposo que, valga la pena mencionar, es un papá super comprometido con la crianza de sus hijos, piensa lo mismo.   Debo decir que el cuerpo, hace tiempos me está enviando mensajes de alerta y aunque le he prestado atención me está cobrando a pesar de que, he cambiado de actitud, me he dedicado más a las prioridades del momento que son mis hijos y mi familia, incluso desarrollando largos manifiestos para ser menos estricta y más divertida o dejar la implementación del poder para jugar con la sonrisa, pero a veces, quiero seguir abarcando todo, entonces sigo intentando continuar con mi trabajo político, con mi trabajo artístico, con mi pasión por la cocina y con esto y lo otro y aquello y todo y nada y ¡pum! colapso, como ahora. 

Después de algunos otros episodios de alerta que mi cuerpo me ha enviado, llevo cinco días sin poder caminar apropiadamente, los médicos aún no dicen qué tengo, pero sé, muy en el fondo, que necesito descanso y sobre todo, liberarme de algunas cargas que no puedo llevar a cabo.  ¡Que difícil es decir no! sobre todo cuando se trata de mi trabajo de activismo.  Algunas cosas, definitivamente pueden esperar, es más, deben esperar.  Entretanto, sigo dedicada a amar a mis hijos aunque a veces quiera saltar por la ventana porque manejar pataletas no es tarea fácil, es más, yo pienso, que traer hijos al mundo no es lo mejor que pueda pasar en la vida de una mujer,  a veces (y que alguna mamá me diga que no es cierto), pero a veces, se me viene a la cabeza algo así como:  ¿Pero en qué estaba pensando cuando quedé embarazada?  -¡Claro!, ya saben en qué... pero pienso que es normal que siendo madre y además, mujer de familia, te sientas agotada y desbordada.    Lo que me parece anormal es que ninguna madre lo diga por temor a ser juzgada.  Me pregunto mil veces ¿Pero qué tiene de malo?  ¿Pero si a veces quiero regresar el tiempo y no tener hijos?  ¿Pero qué si al mismo tiempo me sucede que ya no puedo vivir sin ellos? ¿Qué tiene de malo desahogarte si criar no es tarea fácil?  Además, muchos otras actividades en la vida, tienen manuales, ser madre o padre, no.  Entonces, una cosa que tengo clara ahora que he colapsado y mi cuerpo me dice:   -¡Hey!  Karmen ¡Pilas! tu también necesitas cuidarte!-  es que estoy más convencida que nunca de mi célebre frase:  "Si yo estoy bien, todo a mi alrededor esta bien", aunque dos amigas me han dicho que es una frase muy egoísta pero, solo piensen qué pasaría si alguna de ustedes, mamás, o alguno de ustedes, papás, que me leen, no pudieran caminar por cinco días, como me ha pasado a mi...  ¿No es verdad entonces que:  "si yo estoy bien, todo a mi alrededor está bien"?.    

Necesitan tan poco para ser felices...
Por el momento, disciplina positiva la cual vengo implementando desde hace cerca de un año (aunque a veces:  ¡ajá!...), cero quejadera, a cambiar los gritos por los abrazos, los castigos por la reflexión, el computador por los paseos aunque haga frío o haga calor...  Entretanto, él y ella, aprenden de la vida que les regalamos...   Él y ella se complacen con un rato en la yüja (jardín en wayuunaiki), mientras les mostramos como cultivar los alimentos que nos comemos al mismo tiempo que les enseñamos a amar a la Tierra...  Ser madre, el desafío más grande que he tenido jamás en mi vida...

No hay comentarios:

Publicar un comentario